- El manejo del cultivo como un ecosistema permite mejorar la calidad del suelo, prevenir la incidencia de plagas y enfermedades y conservar el agua; incrementando con el tiempo la productividad. A la vez, se reducen costos de: riego, fertilización e insumos de fumigación.
- La diversificación favorece al finquero con la obtención de varios productos para el autoconsumo y la venta, disminuyendo así sus gastos e incrementando los ingresos cuando termina la cosecha de cacao. Adicionalmente, la siembra de especies maderables permite al productor tener una inversión a largo plazo que haría las veces de un fondo de ahorro familiar.
- El manejo de la finca con prácticas amigables con la biodiversidad, puede generar otras actividades económicas para las comunidades como son: viveros asociativos, venta de semillas y agro y/o aviturismo, entre otras. Igualmente, la incorporación de estas prácticas facilita el camino hacia la obtención de certificaciones verdes o puede constituirse en un valor agregado para incrementar los precios de venta en mercados nicho. Por último, en el futuro pueden ser reconocidos los servicios ambientales (ej: bonos de carbono) que brindan estos sistemas de cultivo ypotencialmente podrían ser negociados.
- En lo social, la utilización de especies nativas favorece también la recuperación del conocimiento tradicional que es parte de la cultura local. Por otro lado, los cultivos bajo dichas prácticas se constituyen en un ambiente saludable y adecuado para la familia y la comunidad.